Corría el año de gracia del Señor de 1.901. En aquella época, España no contaba con una red de carreteras como la actual, y tampoco existía un parque de camiones de transporte. Las mercancías tardaban semanas en llegar a las grandes capitales, desde las zonas más alejadas. Los medios de conservación, para transportes alimentarios, como los paquetes envasados al vacío tampoco existían.
José María Gómez Tejedor era un torrefactor local en Badajoz (Extremadura). Su idea principal era poder abastecer el mercado nacional con su café, llegando a ciudades como Madrid. El principal problema que encontró era que el café, una vez tostado, llegaba a Madrid en malas condiciones, pasado y con todos los aromas perdidos, lo que le hacía perder su valor.
Para conservar el café, ideo un método por el que, durante el proceso de tueste, al café se le añade azúcar. La idea la patentó para toda Europa y así pasó a ser el "inventor" reconocido del café Torrefacto.
A día de hoy, aún podemos ver el anuncio de "Café la Estrella" en la parada de metro de Chamberí en Madrid. ¡Todo un clásico!
El café torrefacto, extendido principalmente en España y Portugal, es por tanto un café con azúcar añadida. La ventaja de éste proceso, con el que se tuesta el grano, es que permite un mayor tiempo de conservación del café. Además, una vez realizada la infusión, el resultado es una bebida muy fuerte y amarga, con una tonalidad oscura y una gruesa capa de crema, de color marrón oscuro.
El torrefacto, ha sido el preferido por muchos bares y restaurantes de la península desde hace años. Y es que puede obtenerse una bebida, bastante fuerte, empleando entre 4-5 gramos de café (en lugar de usar un estándar de entre 7 y 8 gramos). Lo que supone un ahorro de hasta un 50% en el coste de la elaboración de una taza de café.
En realidad, el proceso de tueste del café torrefacto, hace que el azúcar acabe quemándose y liberando una sustancia conocida como "benzopireno". Dicho "benzopireno" es un elemento nocivo para la salud, y se le cree culpable de causar enfermedades como el cáncer. ¡Sólo por éste motivo, ya deberíamos evitar la ingesta de éste tipo de café!
Si eres una persona con diabetes, o tienes problemas de azúcar, deberías evitar beberlo.
El azúcar recubre el grano de café, y enmascara todos los sabores y aromas del café. Motivo por el que, los torrefactores, nunca usan café de calidad cuando realizan éste tipo de tuestes.
Al molerse, el azúcar que recubre el grano forma una capa pegajosa que puede obstruir los molinillos. Si después de leer todas las "maldades" de éste tipo de café, aún sigues con la idea de beberlo en casa, te recomiendo que siempre compres café pre-molido para evitar problemas con tu molinillo.
Para disfrutar de todos los beneficios y bondades de un buen café, elije siempre un café con tueste 100% natural.
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